Lawrence, MA: Ciudad de los Condenados


A MITAD DEL MES DE ENERO fracasa el cuarto intento para destituir a Lantigua. Una gran parte de las firmas que el equipo de Hernández consiguió durante el primer fin de semana son descalificadas por Charles Body y William Maloney, procurador de la ciudad y secretario municipal, respectivamente. Los funcionarios determinan que la petición, a pesar de haber sido previamente aprobada por la ciudad como enteramente bilingüe en una de las páginas, señala ahora que hace falta un par de líneas en español por el otro lado. La ciudad remplaza la petición con una que es enteramente bilingüe—pero se niega volver a otorgar el plazo de 30 días permitidos para conseguir firmas. Los voluntarios tienen que empezar de nuevo y sin el tiempo suficiente para lograr su objetivo.

“En ocasiones me siento desanimado, pero la noticia está siendo difundida”, dice Hernández. “Como cristiano, rezo por Lantigua. Se ha vuelto como un dictador”.

Visito la iglesia de San Patricio para hablar con el padre O’Brien que miró a Lantigua de una manera recriminatoria hasta hacer que el alcalde bajara la mirada durante la inauguración de la escuela preparatoria. “Estamos rodeados por la industria de las drogas”, declara O’Brien al tiempo que cuenta cómo es que al pasar por el vecindario Beacon Projects reconoció a dos adolescentes que estaban merodeando en una esquina. O’Brien los saludo y los adolescentes también, cada uno con pistola en mano.

“Las bajaron rápidamente—pues su intención no era amenazarme con las pistolas—pero así de casuales nos hemos vuelto en cuanto a las armas de fuego”, dice O’Brien. “Es como el Salvaje Oeste.”